Las fuentes termales de El Sauce, que también se conocían en tiempos pasados como fuentes termales de El Paraíso, un paraíso que dió salud y bienestar a quienes disfrutaron y disfrutan todavía de sus aguas calientes fuertemente mineralizadas. Se localizan en las estribaciones más orientales de la Sierra de Mojotoro (divisoria natural orográfica entre los valles de Lerma al oeste y de Siancas al este).

Y es que, digámoslo de una vez, se trata de los últimos vestigios de un increíble campo termal geiseriano que existe en el Valle de Siancas (o Cianca), y que en una lejana época fue nuestro "Yellowstone Park". A este campo geotérmico regional pertenecen los extensos depósitos de travertinos blancos que explotaba la firma de cemento (ex Minetti) de Puesto Viejo en Jujuy y que formó la capa más potente de aragonita del país tal como la describiera el sabio alemán Federico Ahlfeld en 1948 en un trabajo publicado por el Instituto de Geología y Minería de Jujuy. Y también las aguas termales de Quisto, Aguas Calientes o Baños de Fleming, Saladillo y otras.

A este conjunto se suman cerca de las termas de El Sauce unos espectaculares conos de géiseres extintos. La actividad termal no sólo dejó registros en los depósitos de travertinos, sino que probablemente también colaboró en la maduración de los hidrocarburos presentes en la Formación Yacoraite como los que dieron lugar a los pozos petrolíferos de Cuchuma y Lumbrera.

Estos cerros contienen calizas cretácicas de la Formación Yacoraite y margas del subgrupo Santa Bárbara (Paleógeno), ambos materiales útiles, esenciales y necesarios para la fabricación del cemento. La Formación Yacoraite es también portadora de uranio y precisamente por esto las aguas termales son radiactivas, un valor extra y natural como terapia al visitante.

Las fuentes termales de El Sauce cuentan con algunos de los análisis químicos más antiguos realizados en la provincia. Max Siewert fue un químico alemán contratado por Sarmiento para la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba. Luego de unos años pensó en regresar a su país pero Sarmiento le pidió que fuera a Salta, al antiguo Colegio Nacional, donde Siewert montó su laboratorio de química analítica orgánica e inorgánica.

Allí realizó análisis de aguas de ríos, aguas termales, minerales metalíferos y no metalíferos, cortezas de árboles, entre otros. Como todos los científicos extranjeros de entonces sus trabajos eran publicados en revistas especializadas europeas, mayormente alemanas.

Por suerte, Richard Napp rescató los trabajos de Siewert en su magnífica obra sobre "La República Argentina", realizada por encargo del Comité Central Argentino para la Exposición en Filadelfia y publicada en Buenos Aires en 1876. Siewert escribió allí tres capítulos y el número XIII lleva por título "Las aguas minerales" (páginas 237 a 256).

En ese trabajo, y para el norte argentino, analizó las aguas de las termas de Rosario de la Frontera y del Paraíso en Salta y las termas de Reyes en Jujuy. En las páginas 252 y 253 se refiere a la fuente termal del Paraíso como ubicada a 10 leguas de la ciudad de Salta y cuyas aguas brotan a temperaturas entre 35 y 38 grados, aprovechables para baños y bebida. Dice que se formó allí de manera natural un pozo hondo de 16 m de largo por 10 m de ancho. La profundidad variable hace que se convierta en un bañadero natural para niños y adultos. Para usarla como bebida dice que "se hace enfriar el agua hasta la temperatura ambiente, porque a este grado el gusto de la sal no es tan desagradable". Y apunta a continuación: "Se emplea particularmente en las afecciones reumáticas y del bajo vientre". En su "Memoria Descriptiva de Salta" (1889), Manuel Solá reproduce en la página 62 el análisis de Siewert y señala que el agua fue clasificada como "acidulada alcalina" por composición y "termal" por temperatura.

El médico Eliseo Cantón, que tuvo una importante actuación en las termas de Rosario de la Frontera con Palau, publicó en 1896 su voluminoso trabajo titulado "Estudios de las aguas minerales del norte de la República Argentina (Salta, Jujuy, Santiago del Estero y Tucumán)", y vuelve a referirse a los análisis de Siewert. Señala Cantón que las visitó dos décadas más tarde que Siewert y el pozo natural había aumentado de tamaño y tenía 19 por 11 metros, lo que permitía que unos 20 bañistas estuvieran cómodos en su interior.

En 1913 se publicó uno de los trabajos más completos sobre El Sauce donde se hace referencia a la radiactividad y se las compara con las mejores aguas termales radiactivas de Europa.

El trabajo titulado “Aguas termo - minerales de la Provincia de Salta, Fuente de “El Sauce” y “Aguas Calientes” fue publicado por el Dr. Mauricio de Thierry y el Ing. Eduardo de Miribel en los Anales de Ministerio de Agricultura, Sección Geología, Mineralogía y Minería (T. IX, Nro. 2, pp. 5-48, Buenos Aires). Para El Sauce publican el análisis de tres manantiales y con respecto al principal, llamado “Baños” o “Pozo”, del cual aportan datos organolépticos y físicos, físico-químicos y químicos, concluyen en que es un “Agua meso - termal, cloro sulfatada sódica, ferruginosa, radiactiva” (págs., 33-34).

Luego apuntan las características benéficas y las contraindicadas de las aguas, la llamada crenoterapia y, entre otras cosas, señalan: “Independientemente de la acción del agua, las emanaciones radiactivas tienen una acción terapéutica poderosa en el tratamiento del reumatismo diatésico, sobre todo a forma crónica”.

Las aguas de El Sauce vuelven a ser mencionadas brevemente en la Hoja Geológica Salta (1968) de Oscar Ruiz Huidobro. En 1978 el Dr. Carlos Moreno Espelta y los geólogos Julio E. Arias y Ángel Chávez publicaron en el marco del Programa de los Recursos Geotérmicos del NOA un trabajo integral sobre “La geología del área termal de El Sauce” en la Revista del Instituto de Ciencias Geológicas de Jujuy (Nro. 3, pp. 97-122).

En 1999 el Dr. Abel H. Pesce hace referencia a las aguas de El Sauce en el Relatorio del XIV Congreso Geológico Argentino llevado a cabo en Salta (capítulo Geotermia, T. II, p. 88). En los últimos años se destacan los nuevos y modernos estudios químicos e isotópicos iniciados por la Dra. Agostina Chiodi en la UNSa.

Una de las discusiones de fondo es la fuente del calor, mientras que para algunos se debe al grado geotérmico de aguas que ascienden desde 2.600 m de profundidad, para otros podría estar relacionado a un cuerpo magmático profundo.


©2024 | Un desarrollo de sitio web de INTERWA S.A.
Comunicate con Nosotros